INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA EN ALUMNOS CON AUTISMO
Cuando hablamos de un niño con trastorno autista, no pensemos que tenemos que ayudarlo a reducir los síntomas, ya que al ser un trastorno, lo que deberíamos es ayudarle a crecer personalmente facilitando su integración en el entorno.
Por ello, una de las funciones que juega un papel importante es la motivación, nunca puede faltar ya que el plano psicológico juega un papel muy importante y si el niño no la encuentra, es posible que se encuentre perdido en muchas ocasiones.
Los niños autistas sienten especial atención sobre las sensaciones, de manera que sería recomendable ponerlos en situaciones en las que tengan que conocer su cuerpo, después podrían ver representaciones de aquellos temas que se han tratado previamente y por último mantener una conversación verbal.
Enfoque educativo
El enfoque educativo es muy importante para el desarrollo escolar del niño. Cuando hablamos de un trastorno autista es necesario darle importancia a varios puntos importantes, entre ellos estarían:
– Adaptación del entorno: el entorno que rodea al alumno tiene una serie de características que dificultan su desarrollo, ya que situaciones u objetos que lo rodean le obstaculizan el avance. Ante estos casos, el alumno en cuestión, se podría encontrar en ciertas situaciones tales como la presencia de estímulos en exceso o el uso de normas e instrucciones para seguir el aprendizaje. En esta situación, el niño autista se encontraría perdido y lo que pretendemos es lo contrario, su adaptación en el centro escolar mediante la reducción de características que lo impida.
– La enseñanza explícita: la educación tiene como propósito la culturización, es por ello que se necesita que se preparen actividades previamente planeadas acorde a las necesidades del niño, para que pueda llevarse a cabo el proceso educativo. Los temas que se incluyen dentro de un contexto escolar sería la del análisis del mundo físico y del propio cuerpo, la comunicación, la imaginación y la flexibilidad para la adaptación a los cambios. Estas capacidades son imprescindibles para la práctica educativa, pero lo son aún más para aquellos alumnos que sean afectados con el trastorno autista.
– Desarrollo de sus habilidades: normalmente los alumnos con autismo se desarrollan de una forma natural o superior si hablamos en cuanto a las funciones cognitivas (capacidad visoespacial, memoria mecánica…) pero cuanto mejor estén desarrolladas sus habilidades, más integración tendrán en el mundo físico, pues apoyados por estas habilidades puedan llegar a la comprensión del mundo que les rodea. De esta manera ayudaríamos a su autoestima y una mayor comprensión por parte de su entorno social (amigos, compañeros, profesores, familia…).

Estrategias educativas
Para referirnos a niños autistas, necesitamos como ya hemos mencionado, una intervención educativa que se basarían en distintas pautas:
- – Protección sensorial: las hipersensibilidades que sufren estos niños ante ciertos sonidos, texturas u objetos, pueden facilitar una relación entre él y su entorno.
- – Ayudas visuales: teniendo en cuenta las habilidades del niño, deberíamos hacer uso de ayudas visuales (fotografías, objetos…) para facilitar la comprensión del mundo físico, de posibles situaciones o de lo que se le está comentando en el momento. Mediante este método podemos facilitar la información que se ha impartido en clase, como las tareas y horarios.
- – Enfatizar la comunicación: la dificultad de comunicación aumenta los problemas de relaciones con otros y desemboca en conductas inadecuadas ante su incomprensión, por eso es importante llevar a cabo el desarrollo de las habilidades sociales.
- – Enfatizar las emociones: para la comprensión del niño autista, es necesario iniciarlo en el mundo de las emociones ante las situaciones cotidianas, los deseos y sus creencias.
- – Mejorar los juegos interactivos y de grupo: el juego es muy importante para la socialización y es por ello que debería conocer varios tipos de juegos y jugar con compañeros, para que así participe y facilite su integración.
- – Formación de profesionales: para que los alumnos autistas puedan formarse de forma integral, es necesario un profesorado cualificado y con formación continuada para actualizarse al respecto.

Modalidades de escolarización
Antes de la escolarización, es necesario saber con los recursos que cuenta el colegio para asegurarnos que responderá correctamente a las necesidades del niño. Es por ello que habría que distinguir los distintos tipos de centro y lo que nos podría aportar cada uno:
- Escolarización ordinaria es la modalidad más común: Se trata de una escolarización donde facilita el desarrollo del lenguaje en los primeros años de vida al relacionarse con iguales, aunque esta modalidad necesita la coordinación y apoyo de un equipo de profesionales: monitores, apoyo dentro del aula, pedagogo y logopeda.
- Aula de Educación Especial dentro del centro ordinario: Cuando el alumnado cumple varias características en las que permanecer en una clase ordinaria sería un obstáculo, se le traslada a este tipo de aulas específicas y llevadas a cabo mediante profesionales. Esta modalidad ayudaría a facilitar muchas habilidades al mismo tiempo que podría relacionarse con sus compañeros de forma parcial.
- Centro específico: Determinados alumnos requieren de unas necesidades de atención y cuidados que solo pueden ofrecerse en este tipo de centros. La gran formación de un equipo de profesionales facilitan la calidad educativa en su totalidad y pueden mejorar todas sus dificultades de manera progresiva, a la vez que se les ayuda para que se formen y lleguen a ser autónomos.
Pero una vez conocidos los distintos centros educativos a los que podría acudir, surge una pregunta importante: ¿Qué debemos tener en cuenta para escoger el tipo de centro?
Es necesario buscar el colegio con calma y anticipación, ya que esto permitirá conocer la gran variedad de centros de su entorno y evaluar el que mejor se ajuste a sus necesidades. Para ello, es de vital importancia tener en cuenta estos factores:
– Que exista un número menor de niños por clase, ya que estará mejor atendido.
– Que sean instalaciones pequeñas, puesto que un espacio amplio puede causarles desorientación.
– Que tenga una jornada planeada, sin muchas actividades con las que el alumno se pueda sentir incómodo y predecir lo que pueda suceder.
– Equipo de profesores especializados y concienciados con el trastorno, para ajustar el proceso educativo a sus necesidades específicas.
